Ateneo de Córdoba. Calle Rodríguez Sánchez, número 7 (Hermandades del Trabajo).
PRÓXIMOS ACTOS DEL ATENEO DE CÓRDOBA
Nueva Junta Junta Directiva del Ateneo de Córdoba
Marzo , 1a.quincena. Conferencia de JUAN ORTIZ VILLALBA. " LA MASONERÍA EN CÓRDOBA ". (Presenta José Luis García Clavero).
Jueves 11 de abril. Conferencia de DESIDERIO VAQUERIZO." LOS ORIGENES DE CÓRDOBA". (Presenta J.L.G.C).
Finales de abril, primera semana de mayo. Proyección del documental "MONTE HORQUERA" de FERNANDO PENCO, galardonado en diversos Festivales internacionales (Italia, India, Holanda etc,)
Lunes 11 de Mayo. Conferencia de MANUEL VACAS." LA GUERRA CIVIL EN EL NORTE DE LA PROVINCIA DE CÓRDOBA.LAS BATALLAS DE POZOBLANCO Y PEÑARROYA- VALSEQUILLO". (Presenta Antonio BARRAGÁN).Todos los actos en la Sede del Ateneo.
CONVOCADOS LOS PREMIOS DEL ATENEO DE CÓRDOBA
XI Premio de Relato Rafael Mir.
XXXIX Premio de Poesía Juan Bernier.
IX Premio Agustín Gómez de Flamenco Ateneo de Córdoba.
Fallo de las Fiambreras de Plata 2023, relación de homenajeados aquí.
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Cristianismo
El cristianismo es una religión monoteísta de origen judío que se basa en el reconocimiento de Jesús de Nazaret como su fundador y figura central. Sus seguidores creen que Jesús es el hijo de Dios, así como el Mesías (o Jesucristo) profetizado en el Antiguo Testamento, muriendo en redención de los pecados del género humano, y resucitando después su muerte.
Ya desde los primeros tiempos de difusión de las ideas de Cristo y de las diferentes escuelas que formaron los discípulos suyos al final de su vida y su ministerio históricos, biográficos y humanos,[2] surgieron diferencias muy significativas respecto del papel e importancia de Cristo, de su rol redentor, de su naturaleza, y de su posterior deificación, y de muy numerosas cuestiones doctrinales referentes a su predicación, ideas y enseñanzas, la selección de textos que pudieron haberlas descrito de forma más correcta —el Nuevo Testamento, los llamados Logia (dichos o palabras) de Jesús, o bien, los evangelios y escritos gnósticos y apócrifos—, y la interpretación —textual o contextual— de sus cuerpos de textos sagrados.
De hecho, de los 12 que fueron investidos como apóstoles de forma original, sólo 5 de ellos dejaron documentos que fueron admitidos en el Canon del Nuevo Testamento, el resto de los 12 —incluyendo a Iscariote—, y algunos de los mismos otros 5, pasaron a la historia como autores de documentos gnósticos, que, al paso de los siglos, llegaron a perderse, y a ser considerados como apócrifos.
Debe tenerse en cuenta que el nombre de cristianos ha sido compartido desde entonces, a través de los siglos, y no siempre de formas muy armónicas, por grupos numerosos de creyentes, cada cual, a su vez, llegó a desconocer como cristianos a grupos con posturas dogmáticas concretas diferentes. Dicho de otra forma, el nombre de cristianos es el nombre común de grupos tan distintos entre sí como los gnósticos, arrianos, cristianos ortodoxos, calcedonios, católicos romanos, cátaros o albigenses, templarios y masones, angloepiscopalianos, grupos preprotestantes, protestantes y paraprotestantes de todas las tendencias, y grupos numerosos con posturas dogmáticas concretas bastante más disímiles.
A través de los siglos, todos estos grupos de discípulos reconocen a Cristo como su Maestro, y no pocos de ellos como su Salvador o Redentor, e, incluso, su Rey, Señor o Dios Omnipotente, acogiendo con gusto y proverbial cariño todas sus enseñanzas —aquellas que en su nombre les fueron entregadas—, y han reivindicado estos hechos de múltiples maneras, hasta con la entrega de sus vidas.
Dentro de sus textos y escritos sagrados, comparte con el judaísmo el Tanaj, el cuál constituye, junto con la Biblia Septuaginta (más antigua que el Tanaj), la base y la fuente para el Antiguo Testamento de las diferentes Biblias cristianas. Por este motivo es considerada una religión abrahámica junto al Judaísmo y al Islam.
Sus inicios datan del año 33[3] aproximadamente, cuando era considerada una secta judía al igual que otras creencias de la época.[4] Desde que el cristianismo se convirtió en la religión oficial del Imperio Romano en el siglo IV, ha influido de manera significativa en la cultura occidental y en muchas otras culturas a través del mundo. En la actualidad posee más de 2.100 millones de fieles,[1] o cerca de un tercio de la población mundial, siendo la religión con más seguidores del mundo.
La palabra "cristianismo" proviene del griego χριστιανός, christianós, cristiano, la cual a su vez proviene del nombre propio Χριστός, Christós, Cristo, traducción del hebreo "Mesías" que significa "Ungido". El origen del término se indica en el libro de Hechos de los Apóstoles:
- «Después de esto, Bernabé fue a Tarso a buscar a Saulo, y cuando lo encontró, lo llevó a Antioquía. Allí estuvieron con la iglesia un año entero, enseñando a mucha gente. Fue en Antioquía donde por primera vez se les dio a los discípulos el nombre de cristianos»
Hechos 11:25-26.[5]
Contenido
Creencias
El criterio general para basar las creencias se encuentra en sus escritos sagrados, entre los que destaca la Biblia, siendo la única fuente doctrinal válida de muchas denominaciones, en particular las de corriente protestante.
Otra fuente doctrinal importante son los credos, aunque no poseen necesariamente la unicidad de criterios para su aceptación, ya que pueden ser aceptados total o parcialmente, o rechazados en su totalidad, dependiendo de la denominación. Algunas tradiciones cristianas, tales como los bautistas y las Iglesias de Cristo, aceptan estas creencias, pero no el credo mismo, debido a que los credos son considerados en estos grupos como no pertenecientes a las escrituras. Todo lo anterior sucede también con otros escritos aunque no poseen tanta aceptación como la Biblia.
Existen enormes diferencias en las creencias de aquellos que se identifican como cristianos, aun así es posible plantear afirmaciones generales las que describen las creencias de una gran mayoría, entre las que destacan:
- Jesucristo es el Mesías (o Cristo) descrito en el Antiguo Testamento y el hijo de Dios. Las corrientes principales del cristianismo aseguran que es completamente Dios (o divino) y completamente humano: dos naturalezas en una persona.
- La Trinidad, esto es, que Dios es un ser único y eterno que existe como tres personas eternas, distintas e indivisibles: Padre, Hijo (Logos divino, encarnado en la persona de Jesucristo), y el Espíritu Santo.
- La salvación, mediante el perdón de los pecados y la victoria sobre la consecuencia del pecado, la muerte. Esta salvación es otorgada por la gracia de Dios y fue conseguida por Jesucristo en su crucifixión y su posterior resurrección, mediante la cual se obtiene la vida eterna. La rama teológica que estudia el como sucede esto se denomina soteriología.
- La ascención de Jesucristo al cielo, la instauración del Reino de Dios o del señorío de Jesucristo y su Segunda Venida.
- La "Resurrección General", en la cual las personas que han vivido se levantarán de la muerte al final del tiempo, para ser juzgadas por Jesucristo.
No todos los cristianos han aceptado completamente estos estatutos de fe. De hecho, la mayor parte de los credos apuntan a diferenciar ciertas creencias de otros cristianos primitivos, los cuales son tomados usualmente como heréticos, ya que representan una divergencia consciente de la corriente principal del cristianismo. La mayoría de las disputas se centran en la divinidad de Jesús, la Trinidad, o ambos. Ejemplos de esto incluyen a los grupos ebionitas, los cuales niegan la divinidad de Jesús, así como los grupos docetistas, que niegan que Cristo haya sido humano, o los arrianos, quienes rebaten que el Padre y el Hijo sean "un ser".
Escrituras
Existe dentro del cristianismo una agrupación de libros en lo que se conoce como Biblia, que contiene texto sagrado para su consideración y obediencia. Las distintas denominaciones cristianas varían en cuanto a la forma de traducción e interpretación de dichas escrituras.
Textos
Virtualmente todas las iglesias cristianas aceptan la autoridad de la Biblia, lo cual incluye el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento, si bien el canon bíblico, o libros que se incluyen, difieren entre las diferentes denominaciones, como es el caso del Antiguo Testamento.
En el catolicismo se incluyen los libros llamados Deuterocanónicos desde el siglo IV. Estos libros fueron retirados después de la Reforma por el protestantismo, igualando los libros incluidos en el Antiguo Testamento al canon aceptado por el judaísmo.
Se entiende por texto apócrifo todo libro bíblico que no se incluye en el canon aceptado, si bien, tanto el catolicismo como el protestantismo coinciden en utilizar este término para referirse a textos excluidos del canon católico, reservando el de Deuterocanónicos para los libros propios del catolicismo.
Algunos grupos cristianos también han generado escrituras adicionales y son consideradas como escritura "inspirada". Ejemplos muy conocidos incluyen el Libro de Mormón, que declara ser otro Testamento de Jesucristo, Doctrina y Convenios, y la Perla del Gran Precio empleados por los mormones; o las escrituras de la fundadora de la Ciencia Cristiana, Mary Baker Eddy.
Otros, como los Testigos de Jehová, han producido sus propias traducciones de la Biblia en los que se asegura que son la única traducción totalmente confiable. Esta elevación de otras escrituras al mismo nivel de las escrituras aceptadas es la mayor causa de disputas entre estos grupos y las principales corrientes cristianas. Se podría esperar que los luteranos y los calvinistas considerasen las interpretaciones de Lutero y Calvino respectivamente con similar reverencia, pero no es así; de hecho la mayoría de los teólogos católicos y protestantes están de acuerdo que no son de ninguna forma "inspirados".
El grado de sacralidad de los textos bíblicos varía entre las distintas denominaciones. En el catolicismo y la iglesia ortodoxa, el texto suele ser considerado per se digno de algún grado de culto, y es llevado en procesión y colocado en altares o lugares dignificados. En el protestantismo, el texto carece de este tipo de valoración y sólo es tomado en cuenta, en forma independiente al libro físico, el contenido de las escrituras y su interpretación.
Interpretación
Entre las distintas denominaciones cristianas no existe consenso en la interpretación de la Biblia, lo cual ha sido la principal causa de las divisiones históricas y presentes en la doctrina y práctica cristiana. La posición más extrema en cuanto a la literalidad y conservacionismo del contenido de la Biblia cristiana se ha denominado "fundamentalismo cristiano" y se asocia principalmente al protestantismo. Esto tiene relación a uno de los principios de la Reforma, que es la sola scriptura de acuerdo a lo cual, se ve a la Biblia como la única y final fuente de fe y doctrinas y asume que cualquier creyente cristiano es capaz de interpretarla. Católicos, ortodoxos y algunos anglicanos consideran a la Biblia como una fase formativa de la tradición de la iglesia, la cual ha sido continuada mediante decisiones de los concilios ecuménicos, las escrituras de los Padres de la Iglesia y, en el caso del catolicismo, por declaraciones papales.
Una de las causas de las diferencias en las interpretaciones radica en la precisión con la que se han traducido los textos de los originales y se ha transmitido su sentido, con las consideraciones etimológicas y lingüísticas que corresponden.
Debido a esto, existen en el mundo numerosas traducciones de la Biblia, cuyo sentido, muchas veces, carece de la fiabilidad requerida y varía su sentido, hasta el punto de generar controversias doctrinales o de aplicabilidad entre quienes las interpretan.
La vida después de la muerte
Las visiones de los cristianos de la vida después de la muerte generalmente involucran el Cielo (también llamado Paraíso) y el Infierno. El catolicismo, desde los primeros siglos cree en un lugar intermedio llamado Purgatorio. A excepción de este último (cuyos habitantes entrarán finalmente al Cielo, después de una "purificación"), la permanencia en estas regiones es usualmente asumida como eterna. Hay, sin embargo, algunos debates en este último punto, por ejemplo entre los ortodoxos.
Muchos cristianos interpretan la "salvación" como la capacidad de entrar al Cielo (y escapar del Infierno) después de la muerte, aunque algunos teólogos han lamentado esta tendencia. La pregunta de "quién es salvo" ha sido considerada como un misterio por muchos teólogos, aunque los protestantes lo consideran como un tema de aceptación de Jesús como único Señor y Salvador, rasgo que es sólo la expresión de un hecho consumado para los predestinacionistas, como los calvinistas. La creencia de que todos serán o pueden ser salvos se conoce como universalismo que deriva de la idea de Apocatástasis aceptada entre otros por los ortodoxos griegos.
Generalmente no está claro cómo la vida después de la muerte se ajusta con la doctrina de la Resurrección General, en cuestiones como, por ejemplo, si la vida eterna comienza inmediatamente después de la muerte, o al final del tiempo; y si esta vida después de la muerte involucrará la resurrección de un cuerpo físico o en una forma espiritual glorificada. La mayoría de los cristianos aseguran que un alma sin conciencia sobrevive a la muerte física del cuerpo, aunque otros, rechazan esto diciendo que solamente los buenos serán físicamente "resucitados", mientras que los otros permanecerán en la tumba.
En cambio, algunos grupos, como los Adventistas del Séptimo Día, y los denominados Testigos de Jehová, aseguran que los muertos están inconscientes e impotentes en sus sepulcros, que no existe nada que sobreviva a la muerte del cuerpo físico, y que en la resurrección Dios devolverá la vida a quienes Él tenga en su memoria, tanto personas justas como injustas. Por lo tanto, lo que creen los Testigos es que la resurrección significará una reconstrucción completa de los seres humanos fallecidos que están durmiendo en el sueño de la muerte.
Algunas denominaciones cristianas, tratadas como apóstatas por las más numerosas o representativas corrientes existentes dentro del cristianismo, han promovido la creencia en la reencarnación (principalmente el Nuevo Pensamiento e iglesias de la Nueva Era) o fantasmas (muchas iglesias espiritualistas se identifican a sí mismas como cristianas). Estos grupos normalmente aseguran que tales doctrinas se pueden encontrar en la Biblia o en la tradición cristiana primitiva.
El fin del mundo
El Credo Niceno afirma que este mundo algún día llegará a su fin, cuando Cristo regresará (véase Segunda Venida) para juzgar a los vivos y a los muertos e inaugurar un cielo nuevo y una tierra nueva. Además de esta importante doctrina, los cristianos mantienen diferentes opiniones del tiempo, significado y naturaleza de los eventos que preceden el retorno de Cristo. Varias interpretaciones escatológicas como el Futurismo, añaden detalles como el reinado del Anticristo, el Armagedón, el Rapto, y el Milenio. Aunque son de mucha importancia para ciertos grupos, la mayoría de los cristianos y las denominaciones cristianas no le dan un gran énfasis a las enseñanzas escatológicas enfocándose en el Evangelio y las enseñanzas de Cristo. Algunos cristianos esperan que estos eventos ocurran en un futuro muy distante, mientras otros lo interpretan de manera simbólica.
Otros insisten que el Juicio Final es inminente, siguiendo una antigua línea de pensamiento el cual posiblemente se extiende a Jesús mismo. Aunque Jesús no dijo el "día o la hora" otros han intentado predecir el fin del mundo en el año 1000 (la "Larga Noche de Terror"), 1666, 1844 (la Gran Decepción de la historia del movimiento millerita), 2000 y 2001 por nombrar algunos episodios históricos. Tales expectativas son fácil blanco para el humor (por ejemplo, el Cuento de Miller de los Cuentos de Canterbury). Aun así, los principales grupos cristianos todavía afirman que algún día, el Juicio Final vendrá, y muchos no estarán preparados.
Algunos grupos sostienen que todos estos eventos ya estan ocurriendo. Los Testigos de Jehová afirman que "los últimos días" referidos en la Biblia comenzaron en 1914, y que Cristo se encuentra gobernando de manera "invisible" desde esta fecha. La Iglesia de la Unificación enseña que Cristo ha retornado en la persona de su fundador, Sun Myung Moon.
Prácticas sacramentales
En línas generales, Jesucristo es para los cristianos el Hijo de Dios, por lo que sus prácticas se orientan hacia su relación con Dios, de la cual se desprenden sus actividades típicas.
Dentro de las prácticas ortodoxas y católicas, destancan especialmente siete sacramentos:
- Bautismo, signo iniciático de introducción al cristianismo. (Bautismo en el Jordán por Juan Bautista);
- Confirmación, signo que ratifica la fe en Jesucristo;
- Eucaristía, signo litúrgico de la iglesia católica. (Última Cena);
- Penitencia, signo de perdón, arrepentimiento de los pecados;
- Orden Sacerdotal, por el que se inician los sacerdotes. (Lavatorio de pies);
- Matrimonio, celebración de la unión de un hombre y una mujer ante Dios y la comunidad; y
- Unción de los enfermos, signo de asistencia al enfermo.
Las diversas denominaciones surgidas tras la Reforma Protestante reconocen mucho menos de siete de estos en número variable; en general, los protestantes reconocen la naturaleza sacramental del bautismo y la Santa Cena (Eucaristía) y los de línea calvinista reconocen la profesión de fe equivalente a la Confirmación de los católicos, pero sólo cuando la persona ya es totalmente consciente de su salvación (actitud que también ha ido ganando aceptación entre varios grupos católicos)[cita requerida]. Grupos anabaptistas y hermandades añaden la inmersión.
Pentecostales y grupos carismáticos enfatizan los "dones del Espíritu" tales como la sanidad espiritual, profecía, exorcismo, hablar en lenguas, o (muy ocasionalmente) manejo de serpientes. Los cuáqueros niegan por completo el concepto de sacramento, pero sus "testimonios" de paz, integridad, uniformidad, y sencillez pueden ser mencionados como equivalentes funcionales. En general, la línea principal protestante tiende a ver a los rituales más una conmemoración que un misterio. Su concepto de prácticas cristianas incluye actos de piedad personal como la oración, lectura de la Biblia, y un intento de vivir de una forma moralmente correcta. Una profunda tradición dice que es imposible para la gente el reformarse por sí misma, pero que ese progreso sólo puede ocurrir con la gracia de Dios.
Bautismo
El bautismo es un rito usual por medio del cual se hace una bienvenida al cristianismo. Involucra el rociar o derramar agua en la frente o la inmersión en agua. Se puede aplicar tanto a niños como a "creyentes adultos" (el cual puede incluir jóvenes adolescentes). Algunas tradiciones, como la que mantienen los bautistas insisten que el bautismo por inmersión de adultos creyentes es el único método válido, debido a que la palabra para "bautismo" que aparece en el texto griego koiné en el que fue escrito el Nuevo Testamento, baptizein, significa "sumergir", zambullir". Otros, como los católicos y ortodoxos, han reconocido ambos métodos en todas las épocas, pero añaden restricciones de quién puede dirigir válidamente el ritual.
El bautismo proviene de la práctica judía de la inmersión (mikveh) para propósitos de un ritual de purificación. La práctica cristiana es derivada del llamado de Juan el Bautista al arrepentimiento (metanoia), y, según el catolicismo, es para purificación del pecado original o, según la práctica protestante, para manifestar públicamente un nuevo nacimiento espiritual. Al contrario que el ritual judío de la inmersión, un cristiano sólo se puede bautizar (válidamente) una vez.
Adoración semanal
En el libro Primera Apología de Justino Mártir (capítulo LXVII) se describe un servicio del siglo II, el cual se puede aplicar igualmente a la mayoría de las iglesias de hoy, que aluden los siguientes componentes.
- Lectura de las Escrituras iniciando con una lectura del Antiguo Testamento, uno de los Evangelios o una Epístola. A menudo se ordenan sistemáticamente en un ciclo anual, usando un libro llamado leccionario.
- Un sermón. En tiempos antiguos esto seguía a las lecturas de las Escrituras (caso que aún aplica en el catolicismo), en otros casos esto ocurre al final del servicio.
- Oración congregacional y acción de gracias. Normalmente esto ocurre regularmente durante el servicio. Justino no menciona esto, pero algunas corrientes cristianas los entonan como himnos. El Padrenuestro es comúnmente recitado. En muchas corrientes protestantes esto ha sido sustituido por cánticos.
- La Eucaristía (también llamada Comunión Santa), es un ritual en el que pequeñas cantidades de pan y vino se comen y toman. Los protestantes dicen que representan el cuerpo y la sangre de Cristo; ortodoxos y católicos dicen que se transforman al cuerpo y la sangre de Cristo (la doctrina de la transustanciación). Las iglesias en la familia "litúrgica" (ortodoxos, católicos y algunos anglicanos) ven esto como la parte principal del servicio, mientras que los protestantes lo celebran de manera menos frecuente. En muchos casos hay restricciones de quién pueda tomar parte, por ejemplo, sólo católicos que no se encuentren en pecado mortal pueden tomar parte de ella en una Iglesia Católica.
- Una "recolección" de "ofrendas" en el que a las personas se les pide que contribuyan con dinero. Los cristianos tradicionalmente usan estos dineros no sólo para mantener la iglesia, sino también para obras de caridad de varios tipos.
Existen un alto número de variaciones o excepciones; en algunas ocasiones, rituales como bautismos o bodas se incorporan al servicio. En muchas iglesias de hoy, los niños y los jóvenes son excusados de ir al servicio principal para ir a la Escuela Dominical. Muchas denominaciones se desvían del patrón general en una forma más fundamental. Por ejemplo, los Adventistas del Séptimo Día se reúnen en sábado (el Sabbath bíblico), no como el resto de las ramas del cristianismo, que las realizan en domingo. Pentecostales y carismáticos aseguran moverse espontáneamente en el Espíritu Santo, en vez de seguir un orden formal de servicio. En las reuniones de los cuáqueros, los participantes se sientan silenciosamente hasta que son movidos por el Espíritu Santo para hablar.
En algunas denominaciones (principalmente las litúrgicas), el servicio es dirigido por un sacerdote. En otros (principalmente entre protestantes), hay un ministro, predicador o pastor. Otros grupos pueden tener déficit de líderes formales, ya sea por principio o por necesidad local. Además, hay servicios "mayores" de iglesia, caracterizados por una gran solemnidad y rituales, y servicios "menores" en donde una atmósfera más casual prevalece, incluso si el servicio en cuestión es de naturaleza litúrgica.
En iglesias ortodoxas, la congregación tradicionalmente se mantiene a través de la liturgia. Los católicos romanos y muchas iglesias protestantes siguen algo predeterminado en donde los participantes se ponen de pie para cantar, se arrodillan para orar, y se sientan para escuchar (por ejemplo, en el sermón). Otros son menos programados, y pueden ser muy animados y espontáneos. Usualmente se incorpora música, y a menudo incluye un coro o un órgano. Algunas iglesias usan sólo música a capella ya sea como regla (muchas Iglesias de Cristo objetan el uso de instrumentos musicales en la adoración) o por tradición (como en la ortodoxa). Una tendencia reciente es el crecimiento de la "adoración integrada", la cual combina la liturgia con espontaneidad. Este orden en la adoración es a menudo un resultado de la influencia de la renovación carismática dentro de las iglesias que son tradicionalmente litúrgicas.
Estilo de vida cristiana
Al contrario que en otras religiones, el cristianismo no ha desarrollado un código legislativo religioso, probablemente debido a que el Imperio Romano ya poseía un código penal funcional, haciendo innecesario para las autoridades cristianas el duplicar varias de sus prohibiciones.
Existe una gran tradición dentro del cristianismo al decir que Cristo excede las leyes del judaísmo; que el amor (a Dios y al prójimo) es el "Gran Mandamiento", desde el cual todas las otras leyes morales son obtenidas; que ningún ser humano puede esperar evitar el pecado completamente; que una persona no debe juzgar a otros (teniendo Dios ese único privilegio), entre otras.
Aun así, el Nuevo Testamento también contiene importantes guías morales para los cristianos. Jesús en el Sermón de la montaña le pide a sus seguidores, entre otras cosas, el amar a sus enemigos, ser preseverantes, misericordiosos, y humildes; en Marcos 10:21 le pide a un "joven hombre rico" vender sus posesiones, y darle el dinero a los pobres. Sin embargo, el pedido de Jesús en este caso no fue un enfoque en vivir una vida sin riqueza alguna, sino más bien desenmascarando la idolatría en el corazón de la mayoría de los ricos.
Algunos cristianos dicen que estas directivas son extraordinariamente difíciles, bordeando lo impráctico. Al mismo tiempo, la mayoría de los cristianos admiran a aquellos cuyas vidas parecen personificar estos principios, como Francisco de Asís, Albert Schweitzer o la Madre Teresa.
Algunos juicios morales de Jesús son más abordables, pero todavía no son de práctica general entre todos los cristianos. En el Sermón del Monte él habla en contra del divorcio (un tema controvertido en muchas denominaciones cristianas), y contra el juramento (una prohibición enfatizada principalmente por los cuáqueros).
Oración
Todas las versiones y variaciones conocidas del cristianismo practican la oración. Las oraciones cristianas puede ser formulistas, improvisadas o (según los carismáticos) inspiradas por el Espíritu Santo. Las oraciones normalmente se agrupan en categorías de acción de gracia, adoración, petición, intercesión y comunión. Las oraciones cristianas pueden ser dirigidas a Dios Padre, a Cristo o a un santo (en el caso de los católicos y ortodoxos). Los católicos han desarrollado una práctica devocional de orar el rosario. Entre las oraciones formulistas el Padre Nuestro y los Salmos, y en círculos católicos el Ave María son muy comunes.
La pregunta por de la eficacia de la oración está llena de diferendos teológicos. Algunas iglesias enseñan que la oración es capaz de alterar el ambiente físico, tomando en cuenta cosas como la sanidad espiritual. Ejemplos de este tipo de iglesias incluyen la Ciencia Cristiana así como varias iglesias del Nuevo Pensamiento.
Al final de cada oración, normalmente se dice Amén ("así sea").
Festividades
Católicos, cristianos orientales y cerca de la mitad de los protestantes siguen un calendario litúrgico con varias festividades.
Incluso cristianos que no siguen una tradición litúrgica se les puede ver celebrando Navidad y Pascua, aunque existen desacuerdo en cuanto a las fechas de celebración. Unas cuantas iglesias objetan el reconocimiento de festividades especiales, pero no obstante afirman los eventos que se celebran en las festividades. En esta materia, la encarnación y resurrección de Cristo se celebra en los servicios de cada iglesia.
Una antigua tradición en el cristianismo (probablemente inspirada en la tradición judía) y practicada por Jesús durante su vida, era el ayuno. El catolicismo distingue entre "ayuno" (que involucra tres comidas diarias, en las que sólo una puede incluir carne roja) y "abstinencia" (ninguna carne roja). El período de ayuno más conocido es la cuaresma. En la actualidad, la iglesia católica ha ido sustituyendo esta práctica por un ayuno que implica el privarse de algo deseable como ofrenda a Dios. Cerca de la mitad de los protestantes carecen de la tradición del ayuno. En iglesias evangélicas y denominaciones paradenominacionales, el ayuno se practica frecuentemente, muchos de los cuales lo llevan a cabo con abstinencia total de alimentos durante un lapso de tiempo, ingiriendo solamente agua.[6]
Símbolos
El símbolo más conocido del cristianismo es sin duda la cruz, del cual existe una gran variedad de formas, algunos afirman que la cruz es el primer logo exitoso a nivel mundial[cita requerida]. Varias denominaciones tienden a favorecer cruces distintivas: el crucifijo para los católicos -dentro del cual diversas órdenes religiosas también incluyen variantes para identificarse, como la Tau franciscana o la Cruz de Calatrava de los Dominicos-, la cruz ortodoxa para los ortodoxos, una cruz sin adornos para los protestantes. Sin embargo, no es una regla utilizar una u otra cruz. Otros símbolos cristianos incluyen el símbolo de un pez o Ichthys (del griego Ichthys) la cual se dice proviene del acrónimo I (Iesous), Ch (Christos), Th (Theou), Y (Hyos, la "h" el signo diacrítico en griego), S (Soter), o "Jesús, Cristo, Hijo de Dios, Salvador", el que fue utilizado por los Cristianos primitivos, al igual que el ancla. Constantino I el Grande utilizó también el Crismón para identificarse con el cristianismo, este último está formado por las primeras dos letras griegas del nombre "Cristo".
- Crucifijo
- Ichthys
- Cruz ortodoxa
- Crismón
Ramas dobladas
A través de su historia, el cristianismo ha pasado por numerosas divisiones generando diversas sectas con creencias y tradiciones propias que varían de acuerdo a la cultura y el lugar. Estas amplias divisiones, a su vez, no son homogéneas. Por el contrario, algunas ramas poseen amplios desacuerdos y en otros casos la división omite simpatías existentes. Desde la Reforma, el cristianismo se representa normalmente como dividido en tres ramas principales:[7]
Catolicismo
Con poco más de mil millones de miembros bautizados,[1] esta categoría incluye a la Santa Iglesia Católica Apostólica, con sede en Roma, con fieles de tradición latina y otras comunidades católicas orientales. Tienen como común denominador el reconocer la autoridad del Papa y una marcada estructura organizacional.[8]
Protestantismo
El protestantismo incluye numerosas denominaciones y doctrinas como: anglicanismo, luteranismo, Bautistas, metodismo, adventismo y pentecostalismo, los que descienden, directa o indirectamente, de la Iglesia Católica debido a la Reforma protestante del siglo XVI.[9] En la actualidad, la corriente evangélica y fundamentalistas aseguran basarse sólo en la Biblia, y no por los dogmas establecidos por la Iglesia Católica. Esto ha provocado cierto grado de unión entre las diferentes ramas de cristianismo protestante, y ha creado una nueva generación de creyentes, los cuales no se identifican con ningún credo en particular, sino que simplemente se llaman "cristianos", aunque su origen proviene del protestantismo surgido del cisma provocado de la reforma iniciada por Martín Lutero.[cita requerida] El total a través del mundo es de más de 600 millones de personas.[1]
Iglesia Ortodoxa
La Iglesia Ortodoxa incluye la Iglesia Ortodoxa Griega, las Iglesias Orientales Ortodoxas y la Iglesia Asiria Oriental, con una membresía combinada de más de 240 millones de miembros bautizados.[1] Aseguran una sucesión apostólica desde los tiempos de Jesús. Su organización está constituida por varias iglesias autocéfalas, que reconocen la autoridad, meramente simbólica, de acuerdo al patriarcado que correspondan[10]
Otras ramas
Otras ramificaciones del cristianismo histórico llegaron a incluir en el pasado a los cristianos gnósticos de los primeros siglos de la Era Cristiana, los cuáles propugnaban un plan de salvación completamente diferente del de la redención por la pasión y muerte del Maestro,[11] a los cristianos arrianos del Siglo IV, los cuáles impugnaban el concepto trinitario, a los cátaros o albigenses medioevales, los cuáles rechazaban, en su totalidad, el Viejo Testamento, y las comunidades de cristianos valdenses que en la Alta Edad Media solían refugiarse en los Valles de los Alpes de las persecuciones por parte del papado. Estos últimos, junto a los husitas en Bohemia y los hugonotes en el Sagrado Imperio, se consideran precursores, ya que son anteriores a ella, de la Reforma Protestante del Siglo XVI.
Algunos otros grupos emanados dentro del cristianismo incluyen a templarios y masones, envueltos en la magia y misticismo de antiguos simbolismos, sus códigos de honor y conducta moral, e ideas filosóficas artificiosamente remontadas al rey fenicio Hiram, constructor del primer Gran Templo de Yahvé en Jerusalem.
Hay otras confesiones cristianas que han surgido de cismas posteriores a los relacionados con la Reforma Protestante. Así, por ejemplo, la Iglesia Católica Antigua y la Iglesia Católica Apostólica Brasileña, la Fraternidad San Pío X,[12] entre otros, que sostienen posturas contrarias a la católica en temas puntuales.
Existen otras denominaciones e iglesias las cuales se consideran como cristianas pero que se auto-marginan de la clasificación descrita, por lo que generalmente no son aceptadas como tales por las iglesias apostólicas. Estas incluyen a las Iglesias Indígenas Africanas con cerca de 110 millones de miembros[1] (las estimaciones varían significativamente), la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (llamados también mormones) con más de 12 millones de miembros, los Testigos de Jehová con aproximadamente 6,5 millones de miembros,[1] y otros grupos minoritarios. Los primeros líderes de la mayoría de estos grupos fueron originalmente adherentes protestantes.
Grupos con creencias restauracionistas —incluyendo las Iglesias de Cristo, algunos anabaptistas (hamish y menonitas, por ejemplo), la Sociedad Religiosa de los Amigos, y otros— se consideran a si mismos como totalmente separados del protestantismo en el cual a menudo se les incluye.
La llamada Comunión Anglicana, e iglesias subsidiarias de la misma, como la Episcopal, representan, de hecho, una forma intermedia, una gran amalgama de expresiones cristianas retomadas de la Iglesia Católica Romana y de las Confesiones Protestantes dominantes en Europa Central y del Norte; y, por ende, a menudo se listan de forma separada.
Un número de grupos mantiene que las ramas del cristianismo presentadas anteriormente reniegan de la iglesia original instituida y fundada por Cristo como resultado de una Gran Apostasía, tomando como base que estas denominaciones fueron creadas mucho después de la muerte de Jesús[cita requerida].
A esta categoría pertenece toda una profusión de ministerios y grupos de pastores del pentecostalismo independiente (neopentecostalismo), que han abanderado la causa de una "Guerra Espiritual" —no es una guerra física, pero sí emocional, moral y psicológica— para ganar adeptos a su propia visión del cristianismo, y contra todo aquello que inviste o representa ideas o valores diferentes de su propia versión del cristianismo, y contra los que llaman "enemigos de Cristo y de su iglesia".[13] Asocian concepciones muy sui géneris a términos de uso cotidiano como "la religión" y "el cristianismo". Y, como consecuencia de estos peculiares desfases conceptuales, los neopentecostales son grupos religiosos que no se reconocen religiosos —debido a los conceptos negativos que asocian a este término—, afirman que lo suyo no es una religión, sino la acción de Cristo en sus vidas personales, y se autodenominan "los cristianos", en desconocimiento —tácito y consensual, aun cuando poco explícito— de cualquiera otra forma o expresión dentro del cristianismo que sea diferente de la que ejercen ellos. Algunos de estos grupos, evitan referirse a cualquier realidad referente a la América Latina en términos afines al de Latinoamérica, latinoamericano, etc.; ya que los consideran alusivos a una identidad, herencia y tradiciones "católicas romanas", que no son deseables para ellos. Prefieren expresiones menos comprometidas desde una perspectiva cultural, como Iberoamérica, o iberoamericano. Y enseñan a sus fieles que el mundo y sus riquezas son sólo para ellos.[14]
Algunos grupos aseguran directa descendencia teológica de la iglesia original retratada en el Nuevo Testamento como los de la Iglesia de la Nueva Jerusalén, pentecostales del nombre de Jesucristo, grupos de la Iglesia de Dios del Séptimo Día, Testigos de Jehová, mormones, los Cristadelfianos y muchos otros que aseguran ser una completa restauración de la iglesia original.
Por último, habría que agregar a esta lista a los distintos grupos y movimientos del llamado judaísmo mesiánico, que, si bien se autoproclaman israelitas —llegando incluso a seguir más y menos rigurosamente diversos rituales judíos que el cristianismo ha dejado de lado—, al reconocer a Jesús como el Mesías, y evangelizar cumplen las dos condiciones básicas del cristianismo para ser considerado como tal.
Historia
La historia del cristianismo es difícil de separar de la de Europa occidental (y de varias otras culturas y regiones). En resumen, podemos notar la expansión inicial del cristianismo a través de la cuenca del Mediterráneo, su legalización bajo Constantino I el Grande (siglo III) y el establecimiento como religión oficial del Imperio Romano bajo Justiniano I (siglo VI); el desarrollo de antiguas comunidades minoritarias en Persia, India, y China; la conversión de varios reinos europeos; el Gran Cisma donde se separó el cristianismo ortodoxo de oriente del catolicismo romano (fechado convencionalmente en 1054); la pérdida del norte de África y el Medio Oriente a manos del Islam; la Reforma Protestante con la publicación por parte de Martín Lutero de sus 95 tesis en 1517); expansión del cristianismo en las Américas, Oceanía, las Filipinas y Corea del Sur; la división del protestantismo en cientos de denominaciones destacando últimamente el rápido crecimiento del pentecostalismo y los evangélicos; y los debates modernos de la ciencia, criticismo bíblico y el feminismo.
Para ver las contribuciones del cristianismo a la humanidad y a la cultura mundial, véase en filosofía cristiana, arte cristiano, literatura cristiana, música cristiana, arquitectura cristiana.
Estructura de la Iglesia Católica
La Iglesia Católica e Iglesias Orientales (tanto en comunión con Roma o autocéfalas) son gobernadas por una jerarquía: los obispos dirigen regiones locales (llamadas diócesis) y nominan sacerdotes para administrar congregaciones individuales. En la Iglesia Católica, la autoridad suprema la posee el Obispo de Roma, quien es llamado "el Papa" (del Latín "Petri Apostoli Potestatem Accipiens", que significa "El que recibe la potestad en nombre de Pedro"). Es electo por un Colegio de Cardenales y normalmente sirve de por vida.
Las iglesias ortodoxas y orientales pueden ser descritas como redes de iglesias de los cuales los obispos están "en comunión" unos con otros. No tienen una personería similar al Papa, aunque los Patriarcas presiden sobre ciertas partes de la iglesia. Iglesias Anglicanas también son episcopales ("dirigidas por obispos") en su gobierno.
Los Creyentes Antiguos se levantaron cuando algunos creyentes ortodoxos rusos se rebelaron en contra de sus obispos por el tema de las "reformas" del Patriarca Nikon. Aunque su motivación original era prevenir los cambios en su religión, eventualmente se encontraron en la posición de tener que funcionar sin obispos o sacerdotes (ya que estos últimos son ordenados por los obispos). Algunos eliminaron el rol sacerdotal, mientras que otros buscaron reclutar nuevos sacerdotes entre los ortodoxos.
La mayoría de las iglesias protestantes carecen del orden de jerarquías que caracteriza a las denominaciones litúrgicas. El rol de "predicadores" o "ministro" es a menudo tratado como un trabajo ordinario, en el cual muchas iglesias creen que pueden ser llenados con cualquier creyente con el suficiente conocimiento de Cristo. Otros especifican que el líder de la congregación debe haber ido a un seminario educativo relacionado o tener la sensación de haber sido "llamado" (similar a la vocación) por Dios en ese rol.
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días es dirigida por una jerarquía consistente en un profeta y doce apóstoles. Aseguran que es la misma estructura que se encontraba en la iglesia primitiva. Su dirección es implementada en todo el mundo en congregaciones locales por presidentes y obispos locales. No hay un clero pagado y la mayoría de los hombres mormones son ordenados al sacerdocio o para mantener los "decretos sacerdotales".
Un tema teológico importante es "¿qué es la iglesia?" La mayoría de los cristianos aceptan que existe sólo una sola Iglesia (a la que los credos clásicos se refieren), el cual se identifica con "el cuerpo de Cristo". Los católicos romanos y los ortodoxos consideran que la iglesia es una realidad espiritual y también una comunidad existente y visible. Los católicos romanos identifican esta iglesia como la que subsiste en la Iglesia Católica Romana, mientras que los ortodoxos consideran que su rama de iglesias son la "iglesia verdadera". Los protestantes tienden a ver a "la iglesia" como una entidad invisible que se puede distinguir de la unión de todos los creyentes "verdaderos" (que toman a Jesucristo como su Señor) existentes dentro de varias denominaciones cristianas. Algunos grupos (Testigos de Jehová, mormones) aseguran que sólo ellos son la iglesia verdadera. Tanto en la Iglesia Católica, como entre diversas comunidades protestantes existen algunas corrientes ecuménicas que tienden a universalizar el concepto de Iglesia.
Relación del cristianismo con otras religiones Debido a su historia cambiante y a las numerosas denominaciones, es difícil entender el nivel actual de las relaciones del cristianismo con otras religiones. Esto varía de región en región, y de denominación en denominación. La siguiente sinopsis refleja parte de éstas:
Paganismo
El cristianismo y las religiones paganas clásicas de la antigüedad son representadas popularmente como antagónicas, donde cada una persigue y destruye a la otra, pero esta es una simplificación muy grande. Incluso el emperador pagano y anticristiano Juliano el Apóstata (361-363) admitió que "Estos galileanos sin dioses [los cristianos] alimentan no sólo su propia pobreza sino nuestra falta de cuidado propio" [cita requerida]. Sin embargo, como apuntan Karlheinz Deschner y tantos otros, Juliano fue un emperador más bondadoso y permisivo que cualquiera de sus antecesores o sucesores cristianos.[15]
Los Padres de la Iglesia tuvieron diversas actitudes hacia la enseñanza pagana, la cual va desde el rechazo vocalizado, hasta el reconocimiento de la inspiración parcial de filósofos como Platón, cuya imagen se encuentra entre los santos en algunas iglesias y paredes de monasterios.
Judaísmo
Históricamente, la relación entre el judaísmo y el cristianismo ha sido tensa, por decir lo menos. En el pasado, a los cristianos a menudo se les enseñaba que "los judíos" mataron a Cristo, por cuyo "asesinato" padecieron una culpa colectiva, una interpretación que la mayoría de las denominaciones ahora rechaza. Los judíos mientras tanto han tendido a asociar al cristianismo con varias matanzas, o con los peligros de la asimilación, y puede decirse que razón no les faltaría al haber sido víctimas de masacres, marginaciones, destierros y expropiaciones a manos de la Iglesia o de los príncipes cristianos. Una parte de la prédica de Martín Lutero era de tono claramente antisemita: "Mi consejo es: primero que sus sinagogas sean quemadas hasta los cimientos, y que todo aquel que sea capaz esparza azufre y brea; mejor sería que alguien arrojara sobre ellas fuego del infierno", escribe en "Sobre los Judíos y sus Mentiras" (1543).
El antisemitismo tiene una larga historia en el cristianismo, y sin duda está lejos de declinar (por ejemplo, en la Rusia contemporánea). Sin embargo, desde el Holocausto, muchas conversaciones han apuntado a la reconciliación cristiana-judía y las relaciones se han mejorado de manera importante. Hoy en día, muchos evangélicos conservadores aceptan el sionismo cristiano.
Sin embargo, no se puede afirmar que el cristianismo sea "antisemita", sino más bien algunos cristianos. Muchas corrientes cristianas defienden el trato de los judíos como hermanos a partir de las palabras de Jesús: "Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen." (Lc. 23,34).
El fenómeno del judaísmo mesiánico se ha transformado en algo que debilita las relaciones cristiano-judías. Los judíos mesiánicos, que generalmente buscan combinar la identidad judía con el reconocimiento de Jesús, son rechazados por grupos de la corriente principal judía, quienes descartan al judaísmo mesiánico casi tanto como el cristianismo con connotación judía.
Islam
Adherentes del Islam se han referido históricamente a los judíos, a los cristianos y a ellos mismos (entre otros) como la Gente del Libro debido a que todos basan su religión en libros que tienen un origen divino. Los cristianos, sin embargo, no reconocen el Corán como un libro genuino de revelación divina, ni están de acuerdo con su estimación de que Jesús es un profeta incluso inferior a Mahoma según el Islam, o no aceptan que Mahoma fuera un profeta genuino.
Los musulmanes, por su parte, creen que parte de los Evangelios, la Torá y los libros proféticos de los judíos han sido olvidados, malinterpretados y distorsionados por sus seguidores. Basados en esa perspectiva, los musulmanes ven el Corán como la corrección a los errores del cristianismo. Por ejemplo, los musulmanes rechazan la creencia en la Trinidad, y en otras expresiones de divinidad de Jesús, como incompatibles con el monoteísmo.
Las dos creencias han experimentado a menudo controversias y conflictos (un ejemplo son las Cruzadas) aunque también han existido relaciones de bien mutuo. Las escrituras del teólogo Tomás de Aquino frecuentemente citan aquellas del filósofo judío Moisés Maimónides así también como las del pensador Musulmán Averroes ('Ibn-Rushd).
El 6 de mayo de 2001, el Papa Juan Pablo II, el primer Papa en orar en una mezquita, entregó una dirección en la Mezquita de Omayyad en Damasco, diciendo: "Es importante que los musulmanes y los cristianos continúen explorando las preguntas filosóficas y teológicas en conjunto, para poder obtener un conocimiento más objetivo y comprensivo de cada creencia religiosa del otro. El mejor entendimiento mutuo seguramente llevará, a nivel práctico, a una nueva forma de presentar nuestras dos religiones no en oposición, como ha sucedido a menudo en el pasado, sino en asociación para el bien de la familia humana".
Otros
Las relaciones cristiano-hindúes han tenido destinos encontrados. Por una parte, la tendencia natural del hinduismo ha sido el reconocer las bases divinas de muchas otras religiones, y en reverenciar a sus fundadores y santos practicantes. Por otra parte, las percepciones de un proselitismo agresivo por parte del cristianismo han generado un despliegue de violencia anticristiana, a menudo alimentada por los partidos políticos nacionalistas hindúes. En países occidentales, el Vedanta ha influenciado a algunos pensadores cristianos, mientras que los movimientos antisectistas han reaccionado en contra de actividades de gurús inmigrantes y sus seguidores.
El budismo y el protestantismo se vieron en conflicto político en el siglo XIX en Sri Lanka, con la eventual ofuscación del cristianismo; y en el Tibet alrededor de 1904 (la expedición Younghusband) con el mismo resultado. Varios eventos han servido para introducir varias tensiones en la teología budista y la meditación de varias generaciones de buscadores espirituales occidentales (incluyendo las religiones católicas), al punto de que el budismo se ha convertido en un "competidor" menor del cristianismo en su "hogar". Sin embargo las relaciones son en general buenas, excepto quizás en Corea del Sur y Vietnam. La república rusa de Kalmykia reconoce al budismo tibetano y a la ortodoxia rusa como sus religiones oficiales.
Grupos occidentales esotéricos y mágicos se han levantado a menudo para protestar contra el cristianismo. Algunos de estos como la teosofía o la cientología, han producido polémicas hostiles en contra del cristianismo.
Cristianismo y persecución
Antes del Edicto de Milán, el cristianismo primitivo era un movimiento ilegal, el cual muchos consideraban antisocial y ateo debido a que rehusaban realizar actividades religiosas paganas que se pensaba aplacaban a los dioses, convirtiéndose en una amenaza para la sociedad. Según Tertuliano, "Los cristianos tienen la culpa de todo desastre público y toda desgracia que sobreviene al pueblo. Si el Tíber sube hasta los muros, si el Nilo no sube e inunda los campos, si el cielo retiene la lluvia, si hay un terremoto o hambre o plaga, enseguida surge el clamor: '¡Los cristianos a los leones!'".[16] Un dibujo encontrado en Roma en la que un hombre con la cabeza de un asno colgando de una cruz, corrobora la idea que tenían los paganos con respecto al cristianismo.[17] Muchos cristianos primitivos murieron en el martirio, algunas veces en la arena, después de rehusar renunciar a su fe.
Además de los motivos religiosos, también existen motivos políticos. Muchos emperadores se deificaban a sí mismos y exigían a los súbditos de su imperio el que adoraran sus estatuas colocadas en las plazas de las ciudades; igualmente exigían se les dirigiera como hijos de dioses y señor de señores. Los cristianos se negaban a realizar estos actos, debido a que para ellos era herético decirle hijo de Dios a otro que no fuera Jesucristo, lo mismo que señor de señores, al igual que la adoración de estatuas. Por ello, los cristianos solían ser vistos como renegados políticos que iban contra el status quo establecido, lo que propiciaba también sus persecuciones.
La persecución del cristianismo no es tan sólo una cosa del pasado, y hoy se asocia generalmente con países musulmanes o comunistas. Por ejemplo, la República Popular China permite sólo iglesias reguladas por el gobierno, y normalmente toma duras medidas a iglesias o a católicos clandestinos.
Los cristianos han sido víctimas y perpetradores de persecución. En tiempos antiguos, las turbas cristianas frecuentemente hostigaban a los paganos y destruían sus templos, incluso con apoyo del poder civil.
Los cristianos no sólo han perseguido a miembros de otras religiones, sino también a otros cristianos. Bizancio suprimió las iglesias no calcedonias; las armadas cruzadas saquearon Bizancio; protestantes y católicos pelearon la Guerra de los Treinta Años. También se pueden mencionar la caza de brujas del principio de la Europa moderna.
Al discutir la persecución, se debe distinguir con cuidado entre
- (a) persecución oficial del Estado;
- (b) actos de violencia popular (los que pueden ser tácitamente permitidos por el estado), y
- (c) el efecto colateral de guerras u otras agitaciones sociales.
Ejemplos actuales se pueden nombrar: las restricciones gubernamentales Griegas y Rusas para las actividades religiosas no Ortodoxas; la violencia antiaborto en Estados Unidos; y la "problemática" de entrada a Irlanda del Norte, respectivamente.
Quejas sobre discriminación también han sido hechas por y en contra de cristianos en diferentes contextos.
De acuerdo a los datos entregados por el historiador Edward Gibbon en la parte VIII del capítulo XVI de su "Decadencia y Caída del Imperio Romano" se presenta el cálculo de un máximo de 2.000 víctimas cristianas durante la Gran Persecución (303-313 E.C.) y un estimado total de 4.000. Kenneth Humphreys demuestra en un cuadro detallado que las persecuciones llevadas a cabo por el poder romano [3] se produjeron en períodos de tiempo intermitentes y muy restringidos.
Una vez legalizado el cristianismo con el Edicto de Milán, los cristianos, alentados primero por los privilegios que les garantizó Constantino I y luego por la declaración del cristianismo como religión exclusiva del Imperio Romano que promulgó Teodosio en el 380 d. C., expandieron la nueva religión por el mundo pagano.[18]
Bibliografía
- La Biblia
- ASIMOV, Isaac, Guía de la Biblia: Nuevo Testamento. ISBN 978-84-01-45083-9 y Guía de la Biblia: Antiguo Testamento. ISBN 978-84-01-45082-2. Ambas por Plaza & Janés Editores, S.A.
- Dos mil años de Cristianismo. Madrid: Ediciones Sedmay, 09/1980. ISBN 84-7380-398-1 e ISBN 978-84-7380-398-4.
- Diálogo interreligioso. Diez volúmenes. Colección "Cátedra de teología contemporánea". Boadilla del Monte: Ediciones SM. ISBN 84-348-5226-8 e 978-84-348-5226-6.
- BARDY, Gustavo. La conversión al cristianismo en los primeros siglos. "Colección Ensayos, 57". Madrid: Encuentro Ediciones, 02/1990. ISBN 84-7490-240-1 e ISBN 978-84-7490-240-2.
- BELLET, Maurice. El sentido actual del cristianismo. Bilbao: Editorial Desclée de Brouwer, 01/1970. ISBN 84-330-0299-6 e ISBN 978-84-330-0299-0.
- BERGUA, Juan B. Historia de las Religiones: El Cristianismo. Colección "Tesoro literario". Madrid: Ediciones Ibéricas, 11/1977. ISBN 84-7083-081-3 e ISBN 978-84-7083-081-5.
- BERNARD, R.P. Pláticas sobre la esencia del cristianismo. Bilbao: Editorial Desclée de Brouwer, 01/1960. ISBN 84-330-0175-2 e ISBN 978-84-330-0175-7.
- Orlandis Rovira, José (2000). Historia breve del cristianismo. Ediciones Rialp. ISBN 9788432131615.
- RUSE, Michael. ¿Puede un darwinista ser cristiano?: la relación entre Ciencia y Religión. Madrid: Siglo XXI, 2007. ISBN 978-84-323-1283-0
Enlaces externos
Wikisource
- Wikisource contiene obras originales de o sobre Cristianismo.
- Portal Cristiano #1 en Español: Todos los recursos Cristianos Gratis
- Cristianismo primitivo: web monográfica sobre los Primeros Cristianos
- Herencia Cristiana, página crítica al cristianismo.