Diferencia entre revisiones de «Museo del pintor Antonio Rodríguez Luna»

Revisión del 19:10 29 ago 2009

Toro furioso.

Fachada.

El museo Antonio Rodríguez Luna se encuentra emplazado en la antigua ermita de San Jacinto, en la localidad cordobesa de Montoro. Este edificio había servido de biblioteca, pero fue rehabilitado con el beneplácito del artista para su utilización como museo.

Hacia 1980, a raíz de las visitas de Rodríguez Luna a Montoro, el Ayuntamiento, que quería organizar una exposición de su obra, entró en contacto con el pintor, en un momento en el que el artista se estaba planteando residir en esta villa y establecer un museo con parte de su obra.

La corporación municipal recibió muy bien esta proposición y comenzaron las negociaciones. Se le sugirió la antigua ermita de San Jacinto, en la Plaza del Charco. El pintor propuso a su hijo Daniel, arquitecto de profesión, para realizar la adaptación de la ermita. La donación de las obras pictóricas se produjo en 1981. Rodríguez Luna decidió legar doce cuadros que custodiaba la Galería Juana Mordó.

La ermita de San Jacinto es un pequeño inmueble barroco fechado en 1778, así consta en su portada, aunque según indica José Lucena fue levantado en el siglo XVII costeado por Diego Valenzuela. En él se veneraba la Virgen de la Misericordia, que enterraba a los pobres.

Es un edificio que presenta una portada en piedra molinaza, color característico de Montoro, debido al uso de este material en sus monumentos. Se trata de una construcción barroca de una sola nave, en la que destaca especialmente la cúpula de gallones decorada con yeserías policromas que se levanta en su cabecera. Es el mejor ejemplo en esta población del barroco yesero de la provincia. Las yeserias tienen motivos vegetales perfilados en azul, rojo y dorado y están tanto en sus pechinas como en nervios y gallones, pero no es el único motivo decorativo que se aprecia en la cúpula, pues las pechinas tienen en su centro una orla con un relieve pintado en el que se representan a los evangelistas. En los gallones alternan pares de ángeles con ventanas que en su parte posterior tienen motivos de hojarasca y un ángel en el centro. Los ángeles sostienen medallones con textos de alabanzas a la virgen.

El resto de la ermita no tiene motivos decorativos; solo en los pilares existen placas blancas decorando los capiteles y dos marcos en yeso que en la actualidad solo tienen función ornamental.

Después de la adaptación como museo, este espacio único fue dividido mediante una estructura de mamparas o paneles a media altura, que transformaban este espacio en tres pequeñas salas que acogen 15 obras de la última época de este importante artista.

El museo alberga obras como Limón nº2 , Paloma , Variaciones sobre un tema…

La obra más llamativa que acoge este museo es Toro furioso, que se ha convertido en numerosos veces en motivo representativo del pueblo montoreño.

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