Sancho Ordóñez

Sancho I Ordóñez (c. 895 – 929) fue rey de Galicia desde 926 hasta su muerte. Era el hijo mayor de Ordoño II de León. A la muerte de Ordoño, en el año 924, el hermano de éste, Fruela II de Asturias y León, usurpó el trono que pertenecía por derecho a los hijos de aquél. Las circunstancias concretas que rodearon a la sucesión de Ordoño y la muerte de Fruela un año después no están claras, pero tras ambos sucesos, el hijo de Fruela, Alfonso Froilaz, se declaró como pretendiente al trono. Las disputas sucesorias no se hicieron esperar: los hijos de Ordoño (Sancho, Alfonso y Ramiro) reclamaron sus derechos como herederos legítimos de Ordoño y entablaron una guerra de sucesión contra su primo. En el año 926, con la ayuda de Sancho Garcés I de Pamplona, consiguieron expulsar a Alfonso Froilaz primero hacia Asturias y posteriormente hacia Galicia.

Sancho renunció al Reino de León en favor de su hermano menor Alfonso, quien fue coronado como Alfonso IV de León (recibiendo así el ordinal que habría correspondido a Froilaz de haber sido reconocido éste como sucesor de Fruela); un año después, Sancho terminó por expulsar a Froilaz de Galicia y fue a su vez coronado rey. Un breve reinado el de Sancho: sólo sobreviviría 3 años. A su muerte, una vez más el reino de Galicia fue reintegrado con el de León, reuniendo bajo la corona de Alfonso lo que antes había estado bajo la de su padre.

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