Manuel Pérez Fernández

Manuel Pérez Fernández. Andaluz nacido en Osuna 1887, es un caso típico del militante libertario de gran actividad del que se conocen relativamente pocos datos. Emigrante en su niñez en Brasil, adquirió aquella nacionalidad, y participó en las luchas sociales de Río de Janeiro hasta que fue expulsado a España en 1919. Al llegar a la península fue encarcelado en Madrid y Sevilla. En esta última ciudad se estableció, en 1920, al ser liberado.

Militante de las sociedades sevillanas fue desterrado, a finales de ese año, al pueblecito de Cabeza Rubia, en la provincia de Huelva, donde permaneció hasta mediados de 1922 cuando el Gobierno de Sánchez Guerra restableció las garantías constitucionales y permitió el regreso de los deportados a sus lugares de origen. Nuevamente en Sevilla, participó en la reorganización de la CNT sevillana y formó parte de la redacción del periódico “Solidaridad Obrera”, editado en Sevilla y dirigido por el aragonés Felipe Alaiz. En julio de 1923, al trasladarse el comité nacional cenetista a la capital andaluza, con Paulino Diez como secretario, Manuel Pérez fue nombrado su contador hasta que, tras el golpe de Estado de Primo de Rivera, fue detenido y expulsado a Portugal.

En Lisboa, junto con otros exiliados españoles, creó el grupo anarquista O Sembrador y fue miembro de la comisión de la CNT española que, en 1925 en Evora, se reunió con representantes de la CGT portuguesa con el fin de llegar a un entendimiento. Durante 1926, en compañía de Vallina, se trasladó a Francia en donde, a la vez que conocía a importantes anarquistas europeos, como Archinoff, Makhno, Faure o Malato, participó en la creación de la Federación de Grupos Anarquistas de Lengua Española en Francia, a cuyo comité de relaciones perteneció. A fines de 1928, gracias a su nacionalidad brasileña, regresa a Sevilla, para trabajar durante el año siguiente en la Exposición Iberoamericana celebrada en la capital andaluza.

Con la proclamación de la Segunda República, Pérez se traslada a Canarias con la misión de poner en pie la CNT de las islas. Allí dirige el periódico “En Marcha”. Después acude, con el mismo objetivo, a Mallorca, donde dirige también el periódico “Cultura Obrera”. En 1935 aparece por Cádiz, en donde colabora al resurgimiento e la organización confederada gaditana. La sublevación del Ejército en julio de 1936 le sorprende en Mallorca. Logra evadirse y llegar a Barcelona, en donde, continuado su trayectoria periodística, dirige el periódico “Guía”. En 1938 es nombrado secretario de la Regional Andaluza de la CNT. Al finalizar la guerra fue detenido e ingresado en el campo de concentración de Los Almendros de donde salió, por las presiones de las autoridades brasileñas, en 1941.

En julio de ese mismo año volvió a partir hacia el país sudamericano donde permanecería, viviendo en Río de Janeiro, hasta su muerte en 1970. A pesar de su aislamiento, continuó participando en las actividades confederales en el exilio, escribiendo en la prensa y como alma del periódico “Açao Directa”.

El contenido de esta biografía incorpora material del libro Los andaluces del siglo XX de la colección Arca del Ateneo, escrita por José María Zapico Ramos.